Antonio Espigares tiene formación como delineante con especialidad en diseño de interiores. Aprendió no solo las técnicas de diseño, sino también habilidades artísticas como pintura, perspectiva, acuarela, y más. Sin embargo, al mudarse a Madrid, se sumergió en la escuela de interpretación y en trabajos de modelo, dejando de lado por un tiempo su faceta artística.
Antonio, ¿Cómo decidiste retomar tu pasión artística mientras estabas en tu casa en Granada?
Estar en casa en Granada me dio el tiempo y espacio necesario para reflexionar. Sentí que debía retomar mi inquietud artística, y así fue como volví a pintar. Fue un reencuentro con mi creatividad que había estado latente durante un tiempo.
Es fascinante ver cómo retomaste tu pasión y rápidamente lograste exponer tu trabajo. ¿Cómo fue el proceso de exponer en Málaga y cómo llegaste a conocer a ese galerista internacional?
Después de volver a pintar, decidí exponer en Málaga para compartir mi trabajo. Afortunadamente, las exposiciones fueron bien recibidas y durante ese tiempo conocí a un galerista internacional. Fue emocionante porque aceptó mi trabajo de inmediato. Nuestra primera exposición juntos fue en Madrid en diciembre, y desde entonces hemos expandido nuestras colaboraciones, llevando mi arte a lugares como Roma y ahora preparándonos para una exposición en Nueva York en marzo.
Cuéntanos un poco más sobre esa experiencia internacional, especialmente en lugares tan icónicos como Roma y próximamente Nueva York.
La experiencia internacional ha sido increíblemente enriquecedora. Cada lugar tiene su propia energía y cultura que influye en mi arte. Exponer en Roma fue un sueño hecho realidad, y ahora, preparándome para la exposición en Nueva York, siento una mezcla de emoción y anticipación. Estoy ansioso por ver cómo mi trabajo será recibido en un lugar tan vibrante y diverso como Nueva York.
Definitivamente suena como un viaje emocionante. ¿Cómo equilibras tu carrera en el diseño de interiores y el mundo del arte?
Ha sido un desafío, pero creo que ambas facetas se complementan. El diseño de interiores me proporciona una perspectiva única en mi arte, y a su vez, mi expresión artística influye en mi enfoque en el diseño. Equilibrar ambas carreras requiere una buena gestión del tiempo, pero estoy comprometido con ambas pasiones y disfruto de la diversidad que me ofrecen.