Por Carmen Chamorro García, directiva del CIP y ACPE, diplomada en Relaciones Internacionales por la SEI

La conmemoración de la Jornada día del Inmigrante Árabe (4 de diciembre) ha puesto de manifiesto que los embajadores de la Liga de Estados Árabes pondrán su acento en que haya más puentes de intercambio hispano-árabe, sin escatimar esfuerzos en profundizar y fomentar ambas historias. Malek Twal, cristiano de fe y musulmán de cultura, diplomático jordano-árabe y Embajador, Jefe de la Misión de la Liga de Estados Árabes en España, ha dado apertura a la jornada inaugural en Casa Árabe, exponiendo que la comunidad árabe es rica en migrantes intelectuales, una gran aportación al desarrollo de sus países por su elevada formación y prestigio, y son quienes deberían proyectar una imagen más real de sus propias verdades, en aquellos países donde residen. Que cada migrante sea embajador de su propio país, dado que su conducta beneficiará más que las propias comunicaciones diplomáticas.

Para Malek Twal, pese a saber que estamos en un momento delicado de examen diplomático constante, la Secretaría General de la Liga debe enfocar la luz en estos momentos, sobre el desplazado palestino que “porta las llaves de su hogar, con el deseo de volver al mismo”.

Este planteamiento, basado en el concepto del respeto, intercambio cultural y entendimiento del otro, alude igualmente a que el flujo continuado de emigrantes a España supone una destacada fuente de desarrollo económico. La migración activa la economía mundial. Así concedió sus palabras de bienvenida a una veintena de embajadores y embajadoras reunidos, Irene Lozano Domingo, nueva Directora General de Casa Árabe, al inicio de la fiesta conmemorativa del día del expatriado árabe, en la mañana de ayer.



La emigración es fuente del desarrollo económico en España, según la nueva Directora General de Casa Árabe, Irene Lozano

Irene Lozano Domingo hizo referencia a los últimos datos disponibles del 2022 del INE (Instituto Nacional de Estadística), de los que se desprende que la población extranjera en España alcanza la cifra de 5.542.932 personas o lo que es lo mismo, el 11,7% de la población nacional. La información recabada del último informe presentado por Oberaxe, según Lozano Domingo, sobre integración laboral de la población inmigrante en España, pone de manifiesto que los ocupados extranjeros suponen, en términos EPA, un 3,2 millones de trabajadores, es decir, un 16% del mercado laboral.

Para la Directora General de Casa Árabe, entre los objetivos de la nueva legislatura del PSOE, destaca la integración del migrante árabe en la creación de nuevas narrativas que subrayen la faceta enriquecedora de una población que vive en España y que requiere de mayor diálogo. La emigración de ciudadanos procedentes de los países árabes constituye una gran fuente de ingresos, gracias a que la franja de la actividad laboral en el mundo, está curtida de artistas, literatos, empresarios, científicos, médicos, empresarios, profesores, “tomando como ejemplo, dos emigrantes turcos en Alemania, los doctores UGur Sahin y Özlem Türeci, matrimonio de científicos quienes descubrieron la vacuna para combatir el Covid-19, haciendo posible, lo imposible”,  ha recordado Irene Lozano. La lengua árabe permite un diálogo intercultural a lo largo de las rutas de la seda, desde la costa de la India hasta el Cuerno de África. Es una de las lenguas más habladas del mundo, utilizada diariamente por más de 400 millones de personas.



El emigrante debiera ser el mejor plenipotenciario en el país donde reside, según escritor tunecino, Mohamed Abdelkefi

Por su parte, Mohamed Abdelkefi, escritor y periodista tunecino, traductor de Arturo Pérez Reverte al árabe, para quien, -“la cultura es el saber, al que le sigue el análisis del conocimiento”-, ha aludido a la necesidad de solicitar una mayor correlación entre los valores intrínsecos de ambas culturas,  como una luz que ilumine el camino entre tantos conflictos. Para quien la diplomacia, pese a recibir ataques o agresiones, ha de contestar con una buena palabra. “El migrante es una hoja que cayó de un árbol y que se coloca dónde quiere, hasta volver a ser desplazada”.

De otro lado, Bernabé López García, catedrático y profesor honorario de Estudios Árabes e Islámicos en la Universidad Autónoma de Madrid, ha aludido a su faceta de estudioso del perfil del migrante magrebí en la elaboración de dos atlas (1996-2004), un auténtico archivo a modo de radiografía de las relaciones humanas, escuela de convivencia interdisciplinar hispano-magrebí que evoca a una España (de los años 60) que no era de la atracción de los inmigrantes, pero si, a modo de paso, que aspiraban a una vida y oportunidades económicas mejores. “No estamos hablando de un fenómeno temporal; los musulmanes siempre han querido integrarse en nuestra sociedad, cada vez más mestiza y evocando a Juan Goytisolo quien murió en Marrakech, “los nuevos moriscos vienen con un sentimiento nostálgico; quieren compartir el sabor de las naranjas con los españoles, porque sus antepasados fueron quienes las plantaron”.

Finalmente, el pintor sudanés, Rashid Diab ha dedicado su premio de reconocimiento a toda una trayectoria profesional artística, a Sudán, que atraviesa momentos tristes por una guerra absurda que no lleva más que a un pueblo, al borde de la muerte. “Casi nadie conoce lo que está pasando en mi país, una destrucción del ser humano, de la cultura y del arte”, ha finalizado Diab con sus palabras el acto diplomático en Casa Árabe. Este artista sobrevivió a toda una travesía que se prolongó con una estancia de más de 20 años en España, permitiéndole llegar a ser uno de los pintores más internacionales de Sudán.