Por Carmen Chamorro, directiva del CIP y ACPE Diplomada en Relaciones Internacionales y Terrorismo Global por la SEI
El embajador de Ucrania, Serhii Pohoreltsev ha solicitado, en sede del Parlamento Europeo de la capital española, más ayuda económica y transferencia de material bélico, ante una situación, que ha calificado de “crítica”. En un tono alicaído, ha instado a los Estados Unidos de América a conciliar un mayor apoyo financiero, una vez ha sido aprobado el vigésimo tercer paquete de sanciones a Rusia, y el nuevo montante de la Unión Europea, valorado en 50.000 millones de euros, sin obviar, el inicio de negociaciones de la adhesión de Ucrania a la UE. “La demora y el bloqueo de la ayuda nos hace sufrir; hemos retrocedido, por lo que influir en EEUU es tarea urgente para acumular apoyo militar y sanitario, a parte del económico”, ha puntualizado.
En la reciente presentación del libro, “Europa durante la Guerra en Ucrania”, coordinado por el profesor de Relaciones Internacionales de la UCM, Miguel Ángel Benedicto, y en el que han participado diversos catedráticos, profesores universitarios y académicos, se ha llegado a la conclusión que la UE, sin renunciar a los valores intrínsecos de su ADN, deberá, cuanto antes, adaptarse a la competencia estratégica que implica un mundo mas cerrado y conflictivo en el que estamos inmersos. Ucrania ha provocado el despertar geopolítico de la conciencia del poder, frente el respeto a las reglas.
Con motivo de la celebración del Segundo Aniversario de la invasión de Ucrania, el plenipotenciario de Ucrania ha admitido la escasez de municiones, vehículos blindados, y defensa antiaérea, lo que les ha hecho retroceder en el campo de batalla, en frentes tan emblemáticos como el de Avdivka. “Nuestras Fuerzas Armadas necesitan material de ingeniería para construir fortificaciones, porque he de admitir que el enemigo cuenta con un potencial incalculable, sustentado por Corea del Norte, China y Bielorrusia”.
Ante un nuevo entorno de la UE que deberá responder con una “política de poder, que no, de interdependencia”, el embajador de Ucrania, Serhii Pohoreltsev ha manifestado que España mantendrá su compromiso con Ucrania, tanto que recientemente, se ha aprobado un nuevo paquete de 400 millones de euros destinados a la reconstrucción de Ucrania. En este sentido, el plenipotenciario ha anunciado el interés de parte de empresas españolas, quienes mediante mecanismos específicos, canalizarán la financiación de proyectos, como el levantamiento de infraestructuras críticas civiles, hospitales, zonas residenciales, instalaciones eléctricas, líneas de alto voltaje o cines y teatros.
El embajador Serhii Pohoreltsev ha querido dejar claro que los constantes cambios de la cúpula dirigente militar en Ucrania se deben a potenciar unos mejores resultados tácticos y estratégicos, si bien, la comunidad ucraniana “está más unida que nunca, compartiendo los valores europeos”.
Durante la clausura del acto, Miguel Ángel Benedicto ha reseñado que la UE deberá mantener la unidad “que a Putin le pareció imposible hace dos años”, si bien, se verá lo que dura la unidad de los 27 con un posible Donald Trump, como presidente”.
Asimismo, Benedicto ha hecho referencia a la existencia de elementos de apoyo para seguir avanzando en la adhesión de Ucrania a la UE. Así las cosas, el proceso requiere del cumplimiento de 35 capítulos a negociar uno a uno, inversión geoestratégica extranjera, reforma de la UE ante la existencia de la incorporación de nuevos candidatos y tener presente, el afán revisionista de Putin.
Esta obra, presentada en la Institución Europea en Madrid, se divide en dos partes. La primera hace referencia a una Europa que tendrá que despertar y poner en marcha la urgente necesidad de un poder militar fuerte y disuasorio, “porque no podemos estar a expensas de la OTAN y hay que redoblar esfuerzos”, ha puntualizado Benedicto. La segunda, alude a una autonomía estratégica abierta a nivel sanitario, energético, industrial y “ahora, militar”, cobrando fuerza la idea de la transición geopolítica que impacta en los 27 y que pondrá en tensión al multilateralismo.
Foto cortesía embajada de Ucrania en Madrid