Por Marian Gómez Zamanillo

¡¡¡Por fin en Costa Rica!!! En este pequeño país, en pleno trópico,  bañado por el Caribe y el Atlántico,  un edén en nuestro planeta, uno de los países más hermosos del mundo.

Sobre todo para los viajeros que buscan naturaleza, para los curiosos de la  fauna, para los senderistas, los locos por la ecología,  los aficionados a las aves, los entusiastas del surf, los aventureros,  los amantes de las playas casi desiertas, los estudiosos de la vulcanología, los apasionados del riesgo y los amantes del “dolce far niente”… todos ellos tienen una sorpresa en Costa Rica.

Dos palabras definen al país, según los costarricenses: Pura Vida. Ellos mejor que nadie saben que viven en un lugar único, presumen de tener  uno de los paraísos de la tierra, y descubrieron hace tiempo que debían mimarlo,  apostando por un turismo ecológico y sostenible desde hace más de 30 años, todo un reto para los ticos, que han sabido agradecer que la naturaleza fuese muy generosa con ellos y han conseguido un país que derrocha felicidad, que  abolió su ejército a mitad del siglo XX, que es un modelo de democracia, donde la tasa de alfabetización es casi del 100% y la educación gratuita.



SAN JOSÉ, LA CAPITAL.

Es paso obligado tanto a la entrada como a la salida del país. A pesar de no contar con demasiados atractivos monumentales, nada más salir de ella ya encontramos en sus proximidades volcanes, extensos cafetales, parques nacionales que invaden todo el paisaje… Por cierto no dejar de visitar en la Avenida Central, zona peatonal de la ciudad, la estatua de la Chola, dicen que da buena suerte a quien la toca, lo que resultará estupendo para nuestro emocionante recorrido por el país.

La mejor opción para poder hacer este recorrido, que planteamos, es contratar un buen guía, y para esto os aconsejamos la Asociación Costarricense de Guías de Turismo

Nosotros hemos decidido realizar un viaje por cuatro de los “senderos” más espectaculares. Así que preparad calzado cómodo, chubasquero, guía, cámara de fotos y ¡¡muchas ganas!!



SENDEROS DEL AIRE: PARQUE VOLCÁN ARENAL, CATARATA  LA FORTUNA

¿Por qué los hemos llamado senderos del aire? Simplemente porque hemos decidido experimentar lo que se siente por encima de las grandes extensiones verdes del país, desde las alturas, desde el aire… y vamos a empezar con un plato fuerte: el Parque Místico, donde podemos durante 3 km recorrer una red de senderos, atravesando  puentes fijos y  colgantes de diferentes alturas, con espectaculares vistas a más de 80 metros del suelo en algunos casos. El recorrido se realiza en unas 2 horas,  durante el paseo disfrutaremos con el avistamiento con de exóticas  aves y una fauna multicolor. Y aunque nosotros no lo hicimos, si nos comentaron lo interesante que es realizar este recorrido al amanecer.

Después de un corto recorrido en coche llegamos al  impresionante volcán Arenal con sus 1.600 metros de altura, que aparecerá ante nuestros asombrados ojos entre la niebla, un gigante que  está vivo y activo, siendo  su última  erupción en 1968, su visión resulta impactante, uno de los grandes  atractivos de la zona. Aunque no podemos dejar de visitar el cercano Río Celeste, donde cuenta la leyenda  que Dios después de pintar el cielo, necesitó lavar los pinceles manchados de color azul y los metió en este pequeño rio, dejando las agua teñidas de un espectacular color azul turquesa, de ahí viene su nombre, aunque realmente la causa es que el azufre del  Volcán Tenorio se mezcla con el carbonato de calcio del lecho del rio, produciendo reacciones químicas en el agua a lo largo de todo  su cauce.

Otra de las maravillas que encontramos en la zona es la catarata de La Fortuna con sus 70 metros de altura, ya desde lejos la podemos ver y sobre todo la podemos oír. Una de las opciones para llegar hasta la catarata, es a lomos de caballos y durante el  paseo apreciar el bosque y las altas colinas, además de disfrutar de la  extraordinaria vista del Valle de San Carlos o realizar una agradable caminata de  unos 30 minutos por senderos perfectamente señalizados.

Oír la caída de este caudal de agua cristalina es impresionante, pero para verla en su plenitud hay que hacer un esfuerzo: 480 empinados escalones de bajada (y por supuesto su correspondiente subida)

Al enterarme, a punto estuve de no intentarlo, pero afortunadamente me anime pues cuando llegamos abajo nos encontraremos ante un escenario único y casi teatral, pues la laguna que forma la catarata al caer, aparece rodeada de abundante vegetación, todo aquí invita al baño, a sumergirse en sus aguas, a relajarse  en un paraje idílico o hacer  esas espectaculares fotos que cuando hemos visto en revistas, nos han parecido casi imposible. Ese paisaje existe… está aquí.

La catarata se produce gracias al Río Fortuna  y la gran cantidad de lluvia anual,  que al despeñarse provocan este espectacular salto de agua.



SENDEROS DE FUEGO: PARQUE NACIONAL RINCÓN DE LA VIEJA, RUTA DE LAS TRES CATARATAS Y BAÑOS DE BARRO.

Para visitar estos senderos de fuego o volcánicos iremos a visitar el parque nacional Rincón de la Vieja,   a 25 kilómetros  de Liberia, conocida como la Ciudad Blanca pues la lava y emanaciones del volcán Rincón de la Vieja,  conformaron una estructura blanca, sobre la que se asentó esta ciudad,  capital de Guanacaste,  región donde encontramos uno de los parques con más diversidad  de flora y fauna.

Su curioso  nombre viene, según la leyenda, porque un monje franciscano se enfrentó a una bruja que vivía en la zona y la dijo: Vete vieja a tu rincón y hoy en día cuentan que algunas veces aparece entre las brumas del lugar.

En el parque encontramos dos grandes volcanes, el Santa María y el Rincón de la Vieja, más otros 6 pequeños volcanes, así como 16 grandes ríos, de un total de 32.  

En este  “lunático” lugar encontraremos hoyas de barro caliente, (llamadas pailas), lagunas de agua volcánica y misteriosos caminos, cubiertos de gruesas raíces,  que podemos recorrer con cuidado, pero sin gran dificultad, mientras disfrutamos  de un  fantasmagórico paisaje. El parque  está dividido en dos sectores, Las Pailas y Santa María,  hogar de impresionantes ejemplares de Guanacastes, árbol nacional del país y orquídeas Guaria Morada, flor nacional  también. 

El macizo volcánico del Rincón de la Vieja presenta nueve focos eruptivos,  aunque solo uno de ellos está activo, una inmensa caldera cilíndrica que la última vez que arrojo lava fue en 1991,  pero no se ha registrado ninguna erupción desde 1983. Alrededor todo está cubierto por bosque y al pie del volcán encontramos Las Pailas, pequeñas hoyas de barro volcánico burbujeante. En esta zona es muy, muy importante seguir todas las indicaciones que nos dan carteles y guías, pues debido a las altísimas temperaturas que alcanzan los barros y lo quebradizo del terreno es zona peligrosa. Nos comentaron que no hacía mucho un experto fotógrafo se hundió en una paila, al ceder el suelo bajo sus pies, resultando gravemente quemado. 

En el recorrido encontramos numerosas fuentes termales de aguas burbujeantes y ardientes, lagunas sulfúricas, orificios a ras de tierra por donde se elevan chorros de vapor y fumarolas, especialmente durante la estación lluviosa, y volcancitos de lodo de formas y dimensiones muy variadas. Es un paisaje casi de ciencia ficción.

 

En la ruta de  Las Pailas encontramos dos senderos,  uno de alta pendiente que a través del bosque nos llevara hasta el cráter activo, sendero bastante complicado en estación lluviosa, y el otro llano y más fácil, ambos los podremos recorrer en su totalidad o en parte.

El Rincón de la Vieja presenta diversos hábitats debido a las diferencias en altitud, las precipitaciones lluviosas y las erupciones volcánicas. En las partes más bajas los árboles más comunes son: el laurel, el guanacaste, el indio desnudo, el cedro amargo y el capulín blanco, entre otros. En las partes intermedias: el copey, el cuajada, el jícaro danto, el iguano, el roble, el mata-gente y el ciprés blanco. La fauna es también de lo más variado, se han observado más de 300 especies de aves, algunos mamíferos  como el perezoso de dos dedos,  los monos congo, los carablancas y colorados. Los insectos son muy abundantes, sobresalen las bellas mariposas Morpho, que reconoceréis por sus espectaculares  de alas azules.

Este lugar en el pasado tuvo tal actividad volcánica  que se comenta  Rincón de la Vieja era el faro natural de los navegantes.

Una de las más  excitantes maneras de conocer el área es a través del canopy (tirolinas), experiencia que permite contemplar la belleza espectacular de la zona,  una aventura llena de adrenalina; donde por 10 largos cables sobre los que te deslizas a gran velocidad  y 12 plataformas  a 120 metros del suelo , disfrutaras con la visión  de una desconocida flora para nosotros, mientras a nuestro alrededor podemos oír los gritos de los monos aulladores,  esta actividad es una experiencia inolvidable, y para los más arriesgados tendrán la oportunidad de vivir algo único,  con la Tarzán Swing, una caída en suspensión libre a casi 50 metros del suelo, que les dejara sin aliento.

Una visita obligada, con parada y fonda, es el Buena Vista Lodge&adventure, una antigua hacienda de ganado, que actualmente se dedica al turismo ecológico, muy cercano al Rincón de la Vieja. Todo en ella es sostenible, los alimentos que se consumen son de sus propias huertas, los postres son artesanales, la miel la recolectan, los tejidos, de sabanas y toallas,  son ecológicos y elaboran casi todos los productos que en ella se consumen, incluidos los jabones y productos cosméticos. Ofrece  hospedaje en unas preciosas cabañas rodeadas de lagos y alrededor de este eco-hotel  existe numerosos senderos que se podrán recorrer a pie, a caballo e incluso  las personas con movilidad reducida, niños pequeños o a quien simplemente no les apetezca caminar, puede realizar el recorrido en unas divertidas “volantas” tiradas por un tractor, disfrutando del paisaje en pleno corazón del bosque tropical.

Desde la hacienda recorreremos los 3 kilómetros dentro del bosque que nos conducirán hasta un gran complejo  con 5 piscinas termales calientes de  fuentes naturales, con baños de barro volcánico y sauna, todo esto en plena selva, un hermoso lugar lleno de energía y calma y de paso visitar tres espectaculares cataratas que encontraremos en las cercanías:  la Azufrada que surge de una mina de azufre natural, el Tobogán que forma un pequeño tobogán de agua que invita a deslizarse por él y  nadar en su poza y la Salitral  la más grande y la más impresionante, con una caída de 45 metros de altura, ocasionada por el salto del  río Salitral que nace en el Parque Nacional Rincón de la Vieja.

Dentro de la hacienda encontramos un gran tobogán de agua, con 420 metros de longitud que llega directamente desde la montaña, siendo el más largo tobogán que podemos encontrar en plena naturaleza, es algo único.

En Buena Vista pudimos experimentar la vida en una auténtica hacienda,  dando largos paseos a caballo junto a los sabaneros locales (vaqueros).



SENDEROS DE AGUA: BOSQUE NUBOSO DE MONTEVERDE, ORQUÍDEAS, ARBOLES GIGANTES Y EL MÍTICO QUETZAL.

Si os decimos que hoy visitaremos la Reserva Biológica Bosque Nuboso Monteverde, entenderéis el porqué de “senderos de agua”.  Es una reserva privada, tiene una extensión de 11.000 ha,  de las que solo el 3% es visitable, el resto está bajo una estricta protección, siendo utilizado para fines científicos, estudios e investigaciones.

¿Por qué se llama bosque nuboso? Pues la causa es que debido a su gran altitud (1450 m sobre el nivel del mar), Monteverde está siempre rodeado de nubes que proporcionan una gran humedad. Esta humedad en forma de niebla  es recogida por las ramas de los árboles,  creando un complejo ecosistema. Autentico pulmón de  aire húmedo y limpio, sus especiales condiciones hace que sea un hábitat de más de 100 especies de mamíferos, 400 de aves, 160 de anfibios y reptiles y miles de insectos y mariposas.

Una de las joyas que encontraremos entre las aves de Monteverde es el quetzal, conocido como el ave resplandeciente debido a que los machos poseen  una  larga cola que “resplandece” cuando vuelan de árbol en árbol entre la bruma. De un brillante color  verde  esmeralda, también tiene  colores rojos y blancos en su pecho, a  diferencia del macho, la hembra muestra menos colores y su cola es corta.

Este pájaro es  mítico en la cultura maya, tanto que condenaban a muerte a la persona que matara a un quetzal, pues consideraban que sus plumas eran más valiosas que el oro, siendo un símbolo de poder y riqueza.

El quetzal encuentra en Monteverde su mejor hábitat, pues depende de las bromelías y orquídeas para alimentarse y tomar agua, dado que estas plantas despiden ácido tánico, sustancia que ayuda al quetzal a metabolizar el hierro... si no tuviera estas platas a su alcance  el quetzal moría por intoxicación de hierro,  y aquí en  Monteverde se encuentran la mayor diversidad de orquídeas conocidas, unas 500, de las que 34 nuevas especies fueron descubiertas en este bosque nuboso y húmedo, donde veremos, si alzamos la vista, árboles de impresionante altura cuajados de orquídeas, bromelías y musgos.

Además del “resplandeciente” quetzal encontramos en la zona más de 400 variedades de aves, entre ellas más de 30 especies de colibríes; 153 especies de reptiles; 490 especies de mariposas; 40 de murciélagos y 100 de mamíferos, como una inmensa arca de Noé flotando entre la niebla.

El parque se puede recorrer a pie, en canopy o por pasarelas y puentes colgantes,  durante 2,5 kilómetros y a través de un sistema de pasarelas y puentes colgantes, de diferentes longitudes que oscilan entre 50 metros hasta los 170 metros de longitud y alturas de entre los 12 metros hasta 60 metros,  recorreremos un paisaje silencioso solo interrumpido por el canto de las aves tropicales y los gritos de los monos, tanta belleza nos dejara boquiabiertos, mil tonos de  verdes inundaran nuestros ojos, mientras un aire limpio llenara nuestros pulmones. Cuando caminemos despacio sobre y entre inmensos arboles tendremos conciencia del infinito y la belleza de la naturaleza.

Estos puentes y pasarelas reúnen toda la seguridad posible y ha sido adaptada para poder ser utilizadas  por personas discapacitadas.

 

En el Bosque Nuboso de Monteverde podemos encontrar otras actividades como: El Ranario, con 28 especies de ranas y sapos,  característicos de los trópicos, como la ranita venenosa "Blue jeans" y la mítica rana de ojos rojos. El Jardín de Mariposas con 4 hábitats de mariposas,  cada uno diferente y La Selva de Murciélagos donde ver el increíble mundo de estos mamíferos,  donde vuelan, comen, socializan e incluso tiene sus crías ante nuestros asombrados ojos.

No podemos dejar de visitar el Tour del Café, organizado por El Trapiche, un proyecto familiar que nos transportara a la auténtica esencia cafetalera de Costa Rica

Durante dos horas, podremos visitar un cafetal y vivir el proceso completo del café,  desde la colecta, medición, lavado, secado, hasta el tostado y como se diferencian unos de otros. Durante el periodo de cosecha se puede participar en la recolección de los rojos  granos del café.

Al final tendrás la oportunidad de tomarse una deliciosa taza de café, recién chorreada,  con los propietarios de la hacienda.



SENDEROS DE TIERRA: PARQUE NACIONAL MANUEL ANTONIO, COCODRILOS EN TÁRCOLES Y PEREZOSOS.

Y por fin aterrizamos en la tierra, para visitar uno de los parques nacionales más visitados por los ticos, ya que por una buena carretera  y en poco más de dos horas desde San José llegaremos a él.

A medio camino aproximadamente antes de llegar al parque,  pasaremos sobre el rio Tárcoles, hábitat de cocodrilos americanos, caimanes y grandes iguanas. En este río habitan cantidad de enormes cocodrilos (entre 5 y 7 metros)  y se calcula que hay unos 10 cocodrilos por cada kilómetro de rio. Algunas empresas realizan safaris a través del rio.

No debemos olvidar que son animales muy peligrosos, como avisan numerosos carteles en los alrededores , uno de los casos más recientes fue la muerte de un hombre en el mes de abril del 2014, que después de haber tomado unos tragos de licor decidió entrar en el rio y según testigos, en cuestión de segundos, los cocodrilos devoraron al hombre, arrastrándole y desapareciendo en el río con él, sin que se pudiera hacer nada para evitarlo, así que os aconsejo verlos desde el puente cuando salen a tomar el sol en las orillas del Tárcoles.

Y por fin llegamos al Parque Nacional Manuel Antonio, una reserva tanto terrestre como marina que  combina hermosos paisajes costeros, islas, manglares, arrecifes coralinos, áreas de bosque tropical, abundante fauna y atractivas playas de arena blanca bañadas por las aguas turquesas del océano Pacifico.

Fue creado en 1972 para conservar y proteger del impacto ambiental tanto especies en peligro de extinción, como un paraje natural de gran belleza y muy diversificado, aunque en 1993 sufrió las consecuencias del huracán Gert, que destruyo gran parte del bosque primario.

La reserva terrestre puede recorrerse cómodamente a través de senderos que permiten observar parte de la fauna y flora con más de 352 especies de aves como tucanes, guacamayos y  pelícanos, 109 de mamíferos como monos tití, capuchinos y pizotes y   con un buen telescopio, (que todos los guías llevan) y un poco de paciencia podremos ver por las copas de los arboles a un curioso animal típico de la zona: los perezosos Hoffman,  que se desplazan lentamente con sus crías abrazadas al cuerpo por las copas de los árboles y  casi nunca bajan al suelo, salvo cada 5 o 6 días para defecar, son unos tímidos animales nocturnos que se  alimentan de los brotes y yemas de los árboles, principalmente, del Yos. Sus patas delanteras  son más largas que las traseras y están provistas de unas afiladas uñas para colgarse de las ramas, con frecuencia en el pelo que cubre su cuerpo se depositan líquenes que les da una coloración verdosa, lo cual les sirve para librarse de los depredadores, un camuflaje natural perfecto. Dentro del parque podemos ver más 350 especies de flora,  y destacan ejemplares de ceiba que alcanzan los 40 metros de altura.

Bordeando la costa del parque se encuentran 12 islotes que son lugar de reproducción de diferentes aves marinas y en sus cristalinas aguas encontraremos morenas, rayas, pez ángel, erizos y estrellas de mar. Vimos multitud de insectos como mariposas, mantis religiosas y la hormiga tigre de color dorado, por cierto os contare una anécdota graciosa: estando de visita en Manuel Antonio salió una hormiga tigre dorada de un tronco y nos comentaron: “acaba de salir la reina” a continuación aparecieron algunas hormigas más y preguntamos, que cuantas reinas tenía el hormiguero y esta fue la divertida contestación del tico: “Que suerte han tenido ustedes, están viendo el desfile de la familia real”. Así con ellos…

Una de las imágenes más difundidas del parque es Punta Catedral, que inicialmente era una isla, hoy está unida a tierra firme por una franja arenosa y la acumulación de sedimentos,  se puede recorrer su interior, y disfrutar de unas  fantásticas vistas, mientras por encima de nosotros volaban  parejas de guacamayos cruzando un cielo hermosamente azul.

Algunas de las paradisiacas playas en las que pudimos bañarnos,  dentro del parque son:

La playa de Espadilla Sur, una bahía de blanquísima arena de unos 800 metros, lo cual hace que sea una zona tranquila para el baño, debido a su poco oleaje, la playa Manuel Antonio, también conocida como Playa Tres o Playa Blanca, es la más visitada y la más bonita, es más pequeña que la anterior e ideal para los amantes del buceo, por su fauna marina y fondos de corales, Puerto Escondido es una playa entre acantilados, que solo es accesible con mareas bajas. Este lugar es muy visitado pues en el podemos encontrar el famoso “Hoyo soplador”, pues al subir la marea el agua sale por un hoyo entre las rocas con gran fuerza y tomando bastante altura.

Por cierto si decidís relajaros o tomar un baño en alguna de ellas,  ojo con los monos y pizotes… Pues al menor descuido os “robaran” todo lo que este a su alcance, sobre todo comida y os aseguro por experiencia que son unos excelentes cacos.

Hemos comprobado que hay muchas razones para viajar hasta este pequeño país situado entre las dos Américas, lo hemos visitado y hemos podido  descubrir que da igual estar en la selva tropical, al calor de un volcán o la sintiendo la brisa evocadora del Océano Pacífico o el mar Caribe

Cuando estás aquí notas la esencia de un país que despierta todos tus sentidos y consigue que la felicidad, de la que ellos presumen,  te llene.

Han sido unos días de itinerario idílico, a pie, en coche, canoa e incluso a lomos de un caballo, de cualquier manera, hemos vivido una fascinante aventura en este paraíso lujuriosamente verde.

Lo dicho… Pura Vida.