Por María Bayón, periodista.

No quisiera hacer spoiler, pero lo cierto es que estos lugares, te harán sentir el “Síndrome de Stendhal”. No querrás cerrar los ojos, y te costará creer que algo tan elemental y prosaico como el día a día ti esa primera visión será totalmente inolvidable. Te presento 15 lugares donde los cuentos parecen darte la mano y los sueños son más fáciles de alcanzar. Enclaves mágicos que convocan al niño que llevas dentro para que el viaje sea solo el inicio de tu propio cuento de hadas.

Mete en la maleta un arco iris, todas las sonrisas que puedas y no te olvides de doblar cuidadosamente unos abrazos. Estos lugares pueden provocarte una reacción en cadena de muy buen rollo.



Colmar. Francia. Hansel y Gretel

Cuesta pensar en qué casa de todas las que regalan la vista en la coqueta localidad de Colmar hubieran elegido refugiarse Hansel y Gretel. Con sus fachadas de alegres colores y viguería vista, sus puntiagudos tejados y sus puentes colmados de flores la elección es muy difícil. Colmar, situada en el noroeste de Francia, en Alsacia, tiene 65.000 habitantes e irradia paz y tranquilidad. Paséala con gusto, elige tu rincón favorito y atrévete a soñar con un mundo mejor.



Venecia. Italia. El mercader de Venecia.

Es muy fácil imaginar las andanzas del intrépido mercader, noble pero pobre y enamorado, entre las estrechas callejuelas de agua de Venecia, sobre todo porque la historia de amor entre Bassanio y Porcia acaba bien, a pesar de haber salido de la pluma de Shakespeare, muy dado a la tragedia. Y sin embargo, al descubrir como musgo amenaza los cimientos de sus casas y palacetes, de sus puentes y de sus plazas, siempre se queda adherido un poso de nostalgia. Por eso conviene visitar Venecia cuanto antes. La espléndida ciudad renacentista es única, sin duda un tratamiento para los sentidos.



Las islas Feroe. Dinamarca. La Reina de las nieves.

Seguro que a la severa Reina le hubiera encantado sobrevolar en su trineo este pequeño archipiélago del norte, cargado de brumas y leyendas, de un verde desafiante y siempre dispuesto a las corrientes de aire gélido. A sus pies se encontraría con un paisaje fascinante donde los tejados de las casas son de hierba, las montañas tienen origen volcánico y los elfos y los troles pueden aparecerse en cualquier momento. Escandinavia en estado puro.



La Capadoccia. Turquía. El Patito Feo.

Es muy posible que durante siglos tan caprichosa formación natural fuera entendida por los viajeros más intrépidos como un tosco desafío a las elegantes urbes del planeta. Y sin embargo, la Capadoccia, como el Patito Feo, bellísima en su diferencia, es hoy uno de los tesoros visuales más codiciados del mundo. Sus casas excavadas en la roca se remontan al siglo octavo y sus oníricas chimeneas siguen ofreciendo mucho material para los sueños. Si quieres tener una visión completa e inolvidable no dejes de hacer un recorrido en globo.



Sintra. Portugal. Rapunzel.

La colorista apariencia externa del imponente Palacio da Pena es la excusa perfecta para imaginarnos a una atribulada Rapunzel soltando su trenza por los balcones. Presa de tanta belleza. La histórica ciudad portuguesa, Patrimonio de la Humanidad, es una lección de arquitectura romántica del siglo XIX y sin duda un lugar de culto para todo artista en busca de inspiración. Sigue los pasos de Lord Byron o Pessoa y entiende hasta dónde puede llegar tu imaginación.



Neuschwanstein Castle. Alemania. La Bella Durmiente.

Si hubiera que elegir un Castillo para pasar unos siglos en el más profundo de los sueños el de Neuschwanstein sería el perfecto. La Bella Durmiente no podría encontrar un lugar mejor para esperar el beso de su príncipe. Suspendido entre los bosques de Baviera y construido por Ludwig II, el Rey Loco, según la historia, el Castillo es hoy una de las fotos más buscadas del planeta.



Chateau de Chambord. Francia. La Bella y la Bestia.

El Chateau más suntuoso de todo el Valle del Loyra sirvió de inspiración a los creadores de la Bella y la Bestia, que tras visitarlo, decidieron que así sería la mansión de la Bestia en su próxima película. Es fácil entender porqué la Bella sucumbió a sus encantos, aunque quizá la historia tenga algo que añadir. Construido por el rey Francisco I para estar más cerca de su amante, la Condesa de Thoury, entre sus estéticos muros todavía se respira ese aire de amor rebelde y apasionado, dispuesto a saltarse todas las normas.



Cesky Krumlov. República Checa. La Cenicienta.

El casco antiguo de Cesky Krumlov, un capricho visual sin precedentes, se enrosca alrededor de un río de plata que parece no dar tregua a la retina. El río Moldava sabe muy bien como abrazar. ¿En qué casa viviría Cenicienta? ¿Cómo recorrería el Príncipe, zapato en mano, sus callejuelas de piedra? A tan solo un par de horas de Praga, esta ciudad medieval del antiguo reino de Bohemia es una auténtica delicia.



Segovia. España. Blancanieves.

La Maléfica madrastra se mira descompuesta en los ahumados espejos del Alcázar mientras Blancanieves juega en el foso, todavía ajena a su inminente tragedia. Tendrá que cruzar el Acueducto y perderse en la Alameda para escapar a su cruel destino y hacerse con una corte de diminutos servidores. Mientras tanto, la romántica belleza de Segovia reside en su capacidad para acumular leyendas. Si quieres una visión de conjunto sube al cruce de Zamarramala y obtén tu mejor foto: encontrarás a los principales monumentos alineados para darte una perfecta profundidad de campo.



Bled. Eslovenia. El soldadito de plomo.

Un bosque frondoso que parece susurrar, unos picachos altivos que miran para otro lado, un castillo que se agarra con uñas y dientes a un acantilado y sobre todo, el todopoderoso azul del lago de Bled, con su blanca Iglesia ilustrando un escenario onírico dónde no nos cuesta imaginar las aventuras del valiente Soldadito de Plomo. En el corazón de Eslovenia encontrarás uno de los paisajes más evocadores de Europa.



Fenghuang. China. La princesa y el guisante.

La histórica ciudad de Fenghuang guarda muchos secretos, pero su increíble silueta recortada contra el agua, puede servirnos como primera pista. Conocida como la ciudad del Fénix, la leyenda habla de un enclave capaz de resurgir de sus cenizas. Lo mismo que una princesa desprovista de todo, menos de su delicadeza, capaz de notar la presencia de un guisante bajo su lecho. Admírala con calma, enamórate de su belleza y siente que el tiempo es un concepto muy relativo.



Bosque de Bambú. Kioto. Japón. El Rey Desnudo.

La magnética belleza de este bosque de bambú cerca de Kioto, solo un ejemplo de los muchos que pueblan el sureste asiático sería el escenario perfecto para hacer resaltar la desnudez de un Rey tirano y engreído, capaz de creer que puede destacar sobre la impresionante belleza del paisaje. El bambú, asociado con la longevidad y la amistad es un símbolo sagrado, un protector contra los malos espíritus.

 



Petra. Jordania. Aladino y la lámpara maravillosa.

Dos kilómetros de angosto desfiladero para alcanzar el Tesoro y abrir la trampilla a tus mejores sueños. Ante esa visión la imaginación vuela imparable en la antigua ciudad nabatea de Petra. Será muy difícil que un escalofrío no te acompañe todo el camino, incluso es posible, que ese leve temblor de placer se quede contigo para siempre. Fácil ponerse en la piel de Aladino, y buscar entre los puestos de artesanía la lámpara que nos conceda esos tres deseos tan secretos.



Cueva de Naica. México. Ali Baba y los 40 ladrones.

Los enormes cristales de selenita que adornan las galerías internas de las minas de Naica pueden llegar a alcanzar los 15 metros. Sin duda el lugar perfecto para que Ali Baba esconda sus tesoros sin preocuparse por el brillo que desprendan. Te quedarás embobado ante esta belleza natural del estado de Chihuahua, no en vano estas a 300 metros de profundidad ante los cristales más grandes del mundo.



Castillo de Eilean Donan. Escocia. La Sirenita.

Bajo la oscura silueta del mítico Castillo de Eilean Donan, a los pies del lago Duich, la Sirenita busca a su príncipe con los ojos nublados de bruma. Las High Lands dan para muchos suspiros de amor. Cruza el puente del castillo más emblemático de Escocia y construye tu particular leyenda, estas en una tierra donde todo es posible.