El Embajador de Honduras en España Marlon Brevé Reyes destaco al pintor como ícono del arte nacional y promotor de la identidad cultural, dio las gracias al presidente Artes Plásticas Don Emilio Gil Cerracin por su gran colaboración para poder llevar a cabo este legado de tan gran importancia para Honduras, acto seguido se presentó la obra literaria de Luis Alonso del Moral: Pablo Zelaya Sierra: El legado de un artista universal. Del Moral ofrece en su libro la donación del archivo familiar del pintor siendo invaluable patrimonio cultural para las generaciones futuras. Con su compromiso, Luis Alonso del Moral no solo honra la memoria de Zelaya Sierra, sino que también enriquece el panorama cultural de Honduras, asegurando que la obra y el espíritu del pintor continúen para siempre.
Recordamos brevemente la vida de Pablo Zelaya Sierra (Ojojona, 30 de octubre de 1896 – Tegucigalpa, 1933) es reconocido como uno de los máximos exponentes del arte hondureño, alcanzando proyección internacional y dejando un legado que ha marcado profundamente la cultura de su país. En honor a su destacada trayectoria, el más prestigioso galardón nacional al arte en Honduras lleva su nombre.
Nacido en el departamento de Francisco Morazán, fue hijo de Felipe Zelaya e Isabel Sierra. Desde temprana edad mostró inclinación por el arte, iniciando su formación formal en la Escuela de Bellas Artes de Costa Rica entre 1918 y 1919. Durante este período, también impartió clases de Dibujo en la Escuela Normal costarricense, consolidando su pasión tanto por la enseñanza como por la creación artística.
En 1920, gracias a una beca otorgada por la cooperación española en Honduras, Zelaya Sierra continuó su formación en la prestigiosa Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, en Madrid. Allí fue discípulo de reconocidos artistas como Manuel Benedito y Daniel Vázquez Díaz. Este período marcó un hito en su carrera, pues le permitió participar en importantes eventos artísticos en Europa, como la Exposición Nacional de París (1922), el Salón de Otoño (1924), y el Salón de los Independientes (1924), entre otros. . Estas experiencias no solo le otorgaron notoriedad internacional, sino que también enriquecieron su estilo.
En 1932, publicó el manifiesto "Apuntes con Lápiz”, considerado “Hermanos contra Hermanos"
La brillante carrera de Pablo Zelaya Sierra se vio truncada por su muerte prematura a los 36 años, a causa de un derrame cerebral, mientras estaba internado en el Hospital San Felipe de Tegucigalpa. Sin embargo, su legado perdura como símbolo del arte hondureño y como testimonio de una visión estética profundamente comprometida con su entorno social y cultural.
Desde Embassy Today destacamos la labor del Embajador de Honduras en España, cuyo liderazgo fue clave para la realización de este encuentro histórico. También aplaudimos al Ateneo de Madrid por su compromiso con la promoción del arte y la cultura, ofreciendo el legado del maestro Zelaya Sierra. Un reconocimiento especial merece Luis Alonso del Moral, autor de Pablo Zelaya Sierra: El legado de un artista universal.