Por Carmen Chamorro, directiva del CIP y ACPE. Diplomada en Relaciones Internacionales y Terrorismo Global por la SEI
Uno de los stands oficiales más significativos en FITUR 2024, que ha cerrado sus tres jornadas con más de 153.000 asistentes, corresponde a Perú y la puesta en valor de la Región de Ayacucho de parte de Carlos Añaños. En un encuentro privado con la prensa extranjera en estos días, el empresario ayacuchano ha declarado a esta corresponsal, que su trayectoria profesional nace hace 35 años con la empresa familiar, AJE GROUP, en medio de una situación convulsa en Perú. La campaña de terror que desencadenó el grupo armado Sendero Luminoso obstaculizaba cualquier iniciativa en el mundo de la empresa. La familia Añaños huyó despavorida hacia Huamanga. Hoy en día, Carlos Añaños Jeri es uno de los 100 Young Global Leaders, escogido por el World Economic Forum de Davos.
¿Qué estrategia tuvo que emplear para lograr éxito en sus empresas, en los momentos más duros de Perú, en medio de una guerra prolongada entre el Estado y Sendero Luminoso?
Vivimos momentos turbulentos en los años 80, donde mi familia detecta una oportunidad de negocio, con las bebidas gaseosas, inaccesibles en Perú ante la acción del grupo terrorista que atacaba los camiones. Yo llegué a estar inmerso en medio de un enfrentamiento entre Sendero Luminoso y el Ejército. Haber salido airoso, en la época del terrorismo en Ayacucho, fue complejo y el principio fundamental de actuación empresarial lo adquirí gracias a mi madre, quien me inculcó el concepto de modelaje. Cuando quieres hacer algo, solo mandar, no sirve. Trabajar y sacrificarte con tu gente, en equipo, con toda una plantilla que irradie buen ánimo, te permite ganar cierto grado de autoridad y respeto. La autoestima de mis trabajadores es el éxito de mis empresas. Sin sueños ni esperanza no se construye un equipo sólido.
¿Qué desafíos ha enfrentado en su carrera y cómo le nacieron las ganas de conquistar Perú en medio de la operatividad de Sendero Luminoso?
Creo que el vivir en los Andes, en unos momentos marcados por el terrorismo, me permitió saber que cuando lo has perdido todo, el miedo desaparece. Y el trabajo incansable, mano a mano, y dando ejemplo, ha hecho de la integridad, mi gran valor.
En América Latina, pudiéramos observar países con la sensación de ausencia de reserva moral pero no es así. Hay gente muy valiosa pero invisible. Vemos la parte negativa y no pierdo la esperanza de dar visibilidad a la otra cara de Latinoamérica.
¿Cuál es su visión para el futuro de la industria de la restauración y alimentación en Perú?
Me gustaría que se supiera que las patatas, aporte del Perú a la humanidad, son de origen peruano. El proyecto de papas nativas “Tiyapuy” andinas, orgánicas, sin hormonas ni insecticidas, nace en el año 2017, con mi sueño de emprender en Perú. Soy fundador de AJE GROUP que opera en 27 países, con 40 fábricas en el mundo. En el año 2017 dejé la compañía al nacer las ganas de ayudar a Ayacucho. Me di cuenta que nuestros indicadores de economía, seguridad y sanidad nos ubicaban en la cola de la Región. Creé una fundación para generar empleo digno y puse en funcionamiento, -como digo-, el proyecto de las patatas. Con plantaciones, a 3.600 metros por encima del nivel del mar, y un potencial de 300.000 hectáreas, reivindico que las patatas son peruanas, al igual que el champagne es francés.
¿Cómo puede el sector público y privado trabajar juntos para mejorar la experiencia turística en Perú?
En el 2020, AJE GROUP cambia su identidad corporativa para poner en valor su capacidad de compromiso con el medio ambiente. Una de las gestiones va orientada en este sentido, por lo que un grupo español ha realizado una donación 700 equipamientos destinada a los bomberos forestales. En Perú estamos desarrollando programas de entrenamiento en la zona de selva que queremos cuidar. Ciertamente, hay mucho por hacer y otras prioridades en el Alto andino. Mi sueño es ayudar a desarrollarse económicamente a las comunidades de la selva peruana.
¿Cómo integra su empresa, prácticas de responsabilidad social y sostenibilidad?
Quiero mejorar la calidad de vida del Alto andino. Que el peruano tenga la oportunidad de seguir soñando. Los empleos en la agricultura ascienden a 2´5 millones de personas. Si lográramos distribuir las patatas en todo el mundo, decenas de miles de hectáreas generarían centenas de miles de empleos. Si ponemos en valor, 300.000 hectáreas, lograríamos más de un millón de puestos de trabajo. Las plantaciones, que se siembran una vez al año, a 3.600 metros sobre el nivel del mar, se riegan con agua de lluvia. Usamos el concepto del barbecho, y con el reverdecimiento de los prados, mejoramos el ciclo de la lluvia.
¿Cómo se puede diversificar la oferta turística de Perú para atraer a diferentes tipologías de turistas?
El año 2016, Ayacucho recibió un total de 56.000 turistas en tres vuelos por semana. Hemos alcanzado los 300.000 turistas al año y siete vuelos diarios. Más de 32 destinos turísticos absorben Ayacucho. Estamos preparados para mucho más. El turismo dinamiza la economía y a la vez, permite consumir joyas del Alto andino, gastronomía, costumbres, y una específica forma de convivir. Los dos ejes de transformación son el agro y el turismo. Hablo de turismo nacional, si bien, lo que estamos implementando son estrategias para atraer turismo extranjero y que pueda conocer los 20.000 años de historia ayacuchana, aun por contar.
¿Qué consejos daría al joven emprendedor que quiere incursionar en el sector de la restauración y turismo y ha de afrontar graves obstáculos como usted?
El ser humano, pese a haber vivido experiencias traumáticas en la vida, logra sobreponerse. Tenemos una gran capacidad de resiliencia y desconocemos de lo que somos capaces de alcanzar, en momentos duros como los que yo viví con Sendero Luminoso. En la década de los 80, sentí un gran miedo. Miedo que me paralizaba pero que también sirvió de gran empuje en mi éxito empresarial, por lo que quiero poner en valor a Ayacucho, la Región donde nace el Perú, con 20.000 años de historia, a modo de libro, cuyas páginas sobre Perú quedan aún por narrar. Quiero devolver a mi país lo que mi país me aportó a mí. Mi consejo: trabajar codo con codo con tus empleados para ganarte su respeto.